viernes, 3 de abril de 2015

PTSD y Reintegracion

Cuando me retire de la Marina, tenia una forma de pensar y actuar que podriamos definir como "Navalizada", estricto en demasia y con una vision no realista del mundo civil, muchos años me habian hecho asi, y de hecho desde el boot camp se habia hecho un gran esfuerzo por hacerte pensar en una frecuencia diferente, algo que seria muy util en los años por venir, en particular cuando ves de frente un haz de balas de 23 mm dirigiendose hacia ti. 

Pero lo que se ve en una guerra deja una huella muy profunda en tu mente, que te afecta una vez que has regresado a casa; cada cabeza es diferente y tiene sintomas unicos, algunos caen en una profunda depresion, a otros los afecta la culpa, otros profundas ansiedades, es un padecimiento mental que aun no se comprende bien, y que ha recibido un nombre diferente despues de cada guerra, en la Primera Guerra se conocio como Shell Shock, en la Segunda como Fatiga de Guerra, en la de Vietnam como Stress de Combate y en la actualidad como PTSD Post Traumatic Stress Disorder = Desorden de Stres Post Traumatico.

Se ha intentado tratarlo de muchas formas; la mayoria infructuosas, y de hecho, despues del tiroteo de Fort Hood en el que fue el Psiquiatra, el que se volvio loco, he llegado a desconfiar totalmente del tratamiento Psicologico, A MI PARECER el sentarse en un divan no sirve de nada, (y hay que tener mucho cuidado con los antidepresivos, que a veces solo te tienen dopado y son adictivos).

A mi lo que me funciono, fue recuperar mi humanidad por medio de integrarme primero a un grupo social sobre el que yo tenia el control absoluto, una parvada de gallinas, de mi vida de niño y joven conocia de sobra su comportamiento; sobre todo, sabia perfectamente su auscencia de malicia, asi que compre un paquete de pollitas y en otro establecimiento un pollito, todos recien nacidos y de granja, sus inocentes ojitos me tomaron de inmediato como su padre, dependian de mi en todo, comida, calor, cariño...

Cuidarlos ocupaba toda mi mente, podia estar trabajando en casa (soy Webmaster), y estar al pendiente de ellos; tener una familia que cuidar aleja tu mente de pensamientos absurdos y nada utiles; un charco de liquido pegajoso deja de ser un recuerdo de un charco de sangre y se vuelve un charco de leche con pan de dulce disuelto que hay que limpiar.

La mente se va curando sola, cuando disfrutas del cariño y puedes darlo a tus animalitos, que se vuelven realmente tu familia, sus necesidades, ruidos, escandalos y mas que nada, prescencia, hacen que nunca estas solo, la proteccion que les das y el cariño que recibes a cambio, tienen un gran poder de recuperacion. Te das cuenta de que lo que paso, ya se fue, de que el mal se puede corregir haciendo mucho bien y que esos tiempos se volvieron solo una historia que contar, una experiencia de tu pasado, que te volvio un mejor ser humano y te hace apreciar mas la vida.

De mi estudio de los casos de la Primera Guerra Mundial, me di cuenta de que los Soldados que habian regresado a su vida de Granja, tuvieron una recuperacion mas rapida y eficiente a los que vivian en las ciudades, por lo que me atrevo a hacer una hipotesis:

La recuperacion del PTSD es mas eficiente en un medio ambiente a donde puedes reconstruir tus relaciones sociales, en los que tu ejerces el control y en donde hay seres vivos que dependen de ti.

Como corolario: La deshumanizacion de las Ciudades es el peor ambiente para un ex-combatiente.