Los sucios secretos de PETA

 Se ha descubierto que PETA se dedica a matar animales, para enterarse mas:

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Mi Amigo el Tordo

 Todos los dias, al pan con leche que le sobro a mi Querubin, del dia anterior, lo tiro por la ventana, para que se lo coman los pajaritos, que con gran alegria, se comen ese delicioso pan, en particular cuando es de dulce o lleva nueces, como es natural, siempre lo hago a la misma hora, una rutina diaria.

Y un Tordo viejo, con alas chuecas y que caminaba con dificultad, que casi no volaba, aun venir de su casa o irse a ella, lo hacia caminando, por los techos de los vecinos, se dio cuenta de esa regularidad, diario venia a la misma hora, a comer algo delicioso, tanto el como yo, nos acostumbramos a ello, el ya estaba esperando su desayuno, los dias que estaba enfermo o me levantaba tarde, oia su voz, pidiendo su comida, era una visita agradable, un amigo con alas, pero ese Tordo, venia solo, con el tiempo me di cuenta que no tenia parvada, se hizo mi amigo, varias veces le deje abierta la ventana, por si queria quedarse en mi casa, pero siempre se iba a la suya, nunca entro al interior.

En la tarde, les doy mas pan, y el Tordo venia a comer o a cenar, posiblemente cuando no encontraba comida, asi que esos trozos de pan eran una deliciosa cena, con la cual irse a dormir con la pancita llena, pero mi amigo, al principio se comia los trozos de pan, pero despues, me empezo a decir que solo era pan, se acercaba a una morona y la levantaba, la probaba, la soltaba y me volteaba a ver, como diciendome, ¿no podrias darme pan con leche?, y claro, cuando tenia leche, le mojaba su pan y se lo lanzaba, poco a poco, fue probando otras cosas, pan con cremas de verduras, pan con frijoles, pan con nata, lo que hubiera delicioso y sin azucar, se lo echaba, asi pasamos meses, de hecho, aprendio a que hora comia y venia a que le compartiera la comida

Un dia, no llego en la mañana, ni nunca mas, me dolio, era un amigo que me visitaba diario, por desgracia, fueron los dias en que estuve muy mal, en cama, sin poder levantarme, de lo contrario, hubiera ido a buscarlo en las calles, para ver si estaba herido y podria llevarmelo a casa.

Ahora solo tengo sus fotos y el recuerdo de sus ojos amarillos, viendome con gratitud, o quedandose un rato, como si platicara conmigo, caminando tranquilamente en el dintel de la ventana.